La bruja que no quería ser princesa

Los cuentos de princesas para bien o para mal, nos han acompañado a muchos en nuestra infancia y, por desgracia, hoy en día, se sigue tratando a las niñas para que sean princesas (y esto lo digo como madre de 2 "princesitas") o habéis oído a alguien decir: !Que bien, tienes a una pequeña guerrera! En fin, que los estereotipos de género siguen estando ahí y es importante que continuemos con la lucha (aunque sea extremadamente cansado).

A lo que iba que me voy del tema. Hoy os traigo la reseña de un libro que me ha enamorado especialmente tanto por sus colores como por su contenido. Y es que a cualquiera le gustaría descubrir que en realidad es una princesa ¿o no?


Ficha técnica:

Autor: Susanna Isern y David Sierra Listón
Editorial: Beascoa
Idioma: Castellano   
Número de páginas: 42

Argumento:

Petra es una bruja que vive en el bosque tranquilamente hasta que un enviado real llega a su casa para anunciarle que el rey ha muerto y que ella es su única heredera. El tema de ser princesa no es algo que Petra se hubiese planteado pero no ha de estar mal eso de vivir en un palacio y que te lo den todo hecho así que decide aceptar la invitación.



Para su sorpresa, cuando llega a palacio, descubre que le dicen todo lo que ha de hacer: le controlan como viste, como se peina, lo que come y hasta le indican que su única función es "saber estar" (es decir, estar presente sin abrir la boca). Esto a Petra no le convence y todo empeora al encontrarse con una niña en el jardín que le muestra una realidad muy distinta a a de palacio y aquí, la gran decisión, Petra ya no quiere ser princesa (y es que no siempre es lo más práctico) y si ella es la heredera, ¿Quienes son los demás para decirle lo que ha de hacer? 

Opinión:

El libro nos ha encantado, I me pidió que se lo leyese como 2 o 3 veces el mismo día. Me encantan las ilustraciones a todo color ya que cuando hablamos de brujas siempre pensamos en el negro y, en este caso, hasta la casa de la Petra tiene colores (ver foto de arriba).


Por otro lado, pertenecemos a una generación en que los referentes femeninos de los cuentos y las historias eran princesas que en realidad, poco hacían (pocas excepciones había) y ahora que las madres somos nosotras, nos damos cuenta de que nos faltan referentes de mujeres empoderadas así que estos cuentos vienen muy bien. Petra, en el fondo, sueña con ser princesa como muchas otras niñas pero se da cuenta de que no quiere serlo de esa manera y de que le llena más su vida de bruja. Para colmo, en este caso resulta mucho más práctico para el reino contar con una bruja que con una princesa (¿quien iba a decirlo verdad? 😉

¿Conocíais el libro? ¿Qué os parece?

Os dejo el enlace por si queréis comprarlo:






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